Otro día de abril (2021)

Por suerte Abril se ha convertido en ese periodo del año donde las dinámicas propias de la naturaleza comienzan a interferir en la cotidianidad, para le hemisferio norte llega la primavera y para el sur el otoño, cada uno con sus enormes contemplaciones en lo emocional, poético o incluso histórico.

Bueno, al menos eso pasaba por mi cabeza esta mañana al darme cuenta que tenía que poner al día mi calendario, y actualizarme. También recordaba que tenía que ser prudente al leer las noticias de hoy, pues con la masificación de la idea del "April Fools" cualquier patraña sería verdad, mi tradición contempla más esas pachunadas para el día de los Santos Inocentes. Pero quizás esa era la parte más superficial de mis pensamiento matutinos para estos días, o precisamente para hoy cuando comienza el cuarto mes del año.

Pudiera reunir un par de canciones y poemas que están dedicados a esta época como lo podría ser "Especialmente en Abril" de Serrat, "Quien me ha robado el mes de Abril" de Sabina o "Como esperando Abril" de Silvio; y si, los trato así porque me han acompañado durante muchas noches y los siento tan cercanos como grandes colegas. En mi haber también reposan grandes episodios históricos que no puedo dejar pasar, y que me recuerdan cada segundo las mil y un formas de pensar y argumentación que me acompañan día a día: el asesinato de Gaitan, el robo de las elecciones a Rojas Pinilla en 1970, el nacimiento y la muerte del Flaco Bateman, el asesinato de Pizarro, la muerte de Gabo o el día de la república Española, el 14 de abril. Y ahí es donde quiero congelar el tiempo. 

O al menos cada vez que le dedico un segundo a pensar en ello, es el pensamiento inmediato que llega a mi mente. Para todos los que me conocen, o al menos habrán compartido conmigo un par de conversaciones sabrán de mi gusto por canciones, poemas, escritos, y cuanta muestra cultural pueda relacionar con diversos periodos históricos siendo fundamentales para que mi recreación de la realidad se active, pero está vez sucede algo que me tiene algo impávido, o quizás para no embarrar la discusión, me tiene algo trastornado.

No son motivos suficientes los miles de hechos históricos que puedan haber sucedido en determinado día, solo basta uno: <<"No quiero que mi hija nazca el día de la república, decía mi padre aunque en realidad era domingo y el ambulatorio estaba cerrado".>> Con esa simple frase basto para que toda la magia que tiene abril se fuera al trastero de mis pensamientos, en donde si quiero recurro a ellas o no. Las ideas más románticas y emotivas que podían existir en mi mente se iban a un cuarto para no tener la representitividad que durante años tuvieron, ella con su historia lograba otra vez sacarme de mi realidad, que daba por inamovible. 

Durante años considere que la esencia más profunda de mi ser era mantener de forma casi que monolítica y paquidérmica el relacionar todos esos contextos que coexisten en mi mente, y donde seguramente los nuevos conceptos que fuera aprendiendo los podría acomodar en esos huequecitos que mi madeja de interconexiones lo permitiera. Y era claro que el día de la república no era un tema político, era un tema de romanticismo, del que vivimos muchos los que evocamos tiempos diferentes, si fuesen malos o buenos es una discusión que no quiero dar hoy. El día de la república que pasaba escuchando canciones de Rolando Alarcon o de Chicho Sanchez Ferlosio, o poemas de Miguel Hernandez, Rafael Alberti, Machado o Lorca; dichos días no volvieron a suceder pues el día siguiente había adquirido otra connotación que solo yo podría entender. 

Para la sociedad es de difícil apreciación el poder entender como un individuo como yo pueda demeritar ese derroche de cultura por unos ojos, una sonrisa o una conversación, por verla frente a mi como me presta atención o como sabe corregirme mis gazapos, como sabe dar el comentario preciso a mis intervenciones. El poder sentarme frente a ella, hablar y sentirme pleno, el ver que en mi mundo hay miles de cosas pero estando con ella todo se reduce a verla reír y disfrutar. El tratar temas que pueden abarcar desde la política internacional, la sociedad pasando por la agricultura hasta terminar hablando de nuestro futuro, de sentirnos a gusto, de compartir y vivir. 

Alguna vez me dijo con cierta voz de reclamo, con algo de inseguridad y mucha interrogación: <<¿Por qué yo? Yo no soy tu tipo.>> Cometería un error al tratar de buscar respuestas a esta pregunta, sería un error de magnitudes históricas el poder definir y forzarme a responder. Dentro de mi solo habita el deseo de querer, de compartir y de soñar, de construir un proyecto común, lo demás son añadiduras y si bien muchas personas podrían estar ahí, la vida me ha premiado con poder evidenciar que ella podría ser quien me ayude a solventar y cerrar cada una de esas brechas que la soledad ha generado.

El día de la república española ha perdido el peso que tenía para mi, porque ella ha dignificado otros días, le ha dado el peso que nunca había pasado. El mistisimo que tiene una simple fecha ha tornado a representar un estado emocional, a recordarme lo bonito que es compartir con ella. Sería un agravio pensar que su cumpleaños fuese otro día de abril.


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